¿Qué es la energía reactiva y por qué se refleja en la factura de la luz de tu empresa?
La energía reactiva se asocia a aparatos que para su funcionamiento precisen de una bobina, es decir que funcionen con motores o transformadores eléctricos de corriente alterna como por ejemplo fluorescentes, ascensores, etc. La energía reactiva no sirve para consumirla. Nuestros aparatos necesitan que la energía reactiva vaya y venga de nuestro consumo a la red 50 veces por segundo, esto provoca que se necesite trasladar más energía de la que se consume realmente y por eso, la energía reactiva viene reflejada en nuestra factura.
Una sencilla explicación sería pensar en una jarra de cerveza. Todos sabemos que si la cerveza no tiene una cierta cantidad de espuma significa que no está bien tirada. Sin embargo, también coincidimos todos que esa capa de espuma no sirve para refrescarnos como el resto de la jarra, a pesar de que ocupa cierto volumen de dicho recipiente. Igualmente, la energía reactiva circula por las redes eléctricas obligando a diseñarlas de mayor tamaño.
Reduce el gasto de tu factura eléctrica con baterías de condensadores
El coste por utilización de la energía reactiva viene contemplado en el BOE, en la orden ITC 1723/2009 y la aplican todas las distribuidoras, se trata de un cobro íntegro en la factura del cliente, por lo que asegúrate que se contemple explícitamente en las condiciones del contrato.
Si tu caso es que mes a mes el importe de energía reactiva es muy elevado, existe la opción de instalar baterías de condensadores, independientemente del tipo de actividad de tu negocio. Con estas baterías logramos compensar el trabajo que realiza la energía reactiva, esto significa que utilizaremos menos energía y por lo tanto, se verá reflejado en nuestra factura eléctrica.